lunes, 18 de enero de 2016

Historia de la Educación Universal y Dominicana

Este Plan provoco la profesionalización del personal docente activo en las aulas, la incorporación de nuevas técnicas de enseñanzas, adoptando el constructivismo como método general de enseñanza.

4-17-1.Eugenio Maria de Hostos (1839-1903),
Hostos, nació en Puerto Rico, cursó estudio en su cuidad natal y en España. Fue educador y escritor, luchador por la unidad de los países.

Hostos se inició en el campo educativo en Chile, formando parte de la academia de Bellas Artes. En la República Dominicana, inició en Puerto Plata su brillante labor pedagógica, fundando en el año 1875, La Sociedad la Educadora.
Hostos llego al país por vez primera en 1876 a la ciudad de Puerto Plata y por segunda vez en 1879 a la ciudad de Santo Domingo, iniciando de manera inmediata su labor educativa.

Hostos preconiza el moderno principio de que la educación del niño y la del abuelo, al tener caracteres físicos y psicológicos, debe ser diferente, pues en el niño la enseñanza debe ser vertical donde el maestro es el centro de la clase y donde se sigue el proceso "enseñanza-aprendizaje", mientras que el adulto se debe seguir el proceso "orientación-aprendizaje.

Hostos, fue un organizador del incipiente que encontró en la Republica Dominicana, fundo en 1880, la Primera Escuela Normal de hombres en Santo Domingo y una en Santiago en 1881, con el apoyo de Gregorio Luperón, institución que tenía como función formar los maestros necesarios para que el país se transformara. Hostos propugno por un sistema pedagógico sustentado en el raciocinio y acorde con los cánones de la ciencia moderna., al tiempo que profesaba diversas asignaturas en esa institución y en el instituto profesional. La ética y la moral, formaron partes muy importantes de sus enseñanzas y prácticas sociales.

La escuela Normal, fundada por Hostos, estaba también a cargo de Francisco Henríquez y Carvajal y José Castillo, y como colaboradores en las labores docentes a José Dobeau, Emilio Prud Homme, Carlos Alberto Zafra, Federico Henríquez y Carvajal, José Santiago de Castro y Geraldo Cansen, además de Ignacio González Lavastida, Manuel de Jesús Gorba y Domingo Rodríguez Montaño.

Hostos se inspiro en método de Pestalozzi, y en el objetivismo de Froebel y el sistema Lancaster. Sus enseñanzas estaban orientadas dentro de la corriente filosófica positivista con característica laica.

El 28 de septiembre de 1884 fueron investidos los primeros maestros normalistas, entre ellos tenemos a. Francisco José Peynado, Feliz Evaristo Mejia, Agustín Fernández, Lucas T. Gibbes, José Maria Alejandro Pichardo y Arturo Grullón, efectuándose otro acto de investidura en 1886.

Obras de Hostos: Tratado de Moral (1888), lecciones de derecho constitucional (1887), Meditando y Tratado de sociología.

Filosofía de Hostos. Presenta una combinación de principios naturalistas y racionalistas. Propugnaba por el laicismo educativo.

Félix Evaristo Mejia (1866-1945)

Mejia nació en la ciudad de Santo Domingo, se graduó de maestro Normal en 1884, sustituyo en la dirección de la Escuela Normal a Hostos y mas tarde fue intendente general de educación. Por su interés en los estudios históricos, en el año 1932, la Academia de la Historia lo Eligio como miembro.

4-17-2.Salomé Ureña de Henríquez (1850-1897)

Salome, nació en Santo Domingo, el viernes 21 de octubre de 1850 a las 6:00 de la mañana, en la calle Isabel la Católica nº 84, del Barrio de Santa Bárbara, hija de Nicolás Ureña (1822-1875) y Gregoria Díaz y León (1819-1914). Su padre poeta, se separo de su madre, cuando era niña, pero Salome lo visitaba diariamente, recibiendo una esmerada educación literaria. Por otra parte, en el hogar materno vivía su tía Ana Díaz, el cual era maestra de párvulos, lo que le permitió obtener un alto nivel cultural. Su madre le enseño a leer, ya a los cuatro años leía de corrido.

Salome visitaba la iglesia del antiguo Convento Dominico, lo que le permitió a Francisco Henríquez y Carvajal, acudir allí acompañado de un amigo a conocer a tan afamada poetisa.

Para la época a la mujer le era vedado traspasar el nivel educativo más elemental, el de la alfabetización y algunos cursos de la educación básica. Eran pocas las mujeres urbanas que accedían a ese nivel educativo elemental, puesto que los cánones tradicionalistas partían de que la cultura no era necesarias para el género femenino y que, más bien, podía serle nociva, ya que al aprender a leer y escribir, esto permitía, que ellas le enviaran papeles a los jóvenes de la época.

Los estudios de la adolescencia lo realizo bajo la dirección de su padre, de quien recibió lecciones de literatura, aritmética y botánica. Con su padre, también aprendió a declamar los versos de sus poetas predilectos. Estudio ingles y francés, el cual dominaba correctamente.

La poesía fue el medio de expresión empleado por Salomé Ureña de Henríquez en algunos momentos importantes de su vida de intelectual, inclinadas a los más altos intereses de la comunidad.

Desde muy temprano cultivo su talento poético. A los quince años escribió versos; a los diez y siete los publico por primera vez, calzados con el seudónimo de Herminia., publicando en 1874 un articulo en prosa en el periódico el Centinela. En 1880 se publico un volumen de sus poesías, patrocinada por sociedad Amigos del País, este libro contiene treinta y tres composiciones y el poema Anacaona.

Entre las obras poéticas de Salome Ureña tenemos: La Gloria del progreso, A los dominicanos, Ruinas, La fe en el porvenir, Sombras, Ofenda a la Patria, A mi Pedro, Padre Mío, A la patria, Páginas, Internas, Varia, Anacaona, Umbra-Resurrexit.

Con la asesoría de Hostos, Salomé Ureña fundó el 3 de noviembre del año 1881, el Instituto de Señoritas, con solo 14 alumnas, el cual iba dirigido a la dignificación de la mujer por medio de su promoción intelectual. Para la época solo se tenían dos antecedentes de educación femenina de nivel elemental, dirigido por Nicolasa Billini y Socorro Sánchez. Salome dirigió el Instituto hasta el año 1893, cuando fue cerrado temporalmente debido a su enfermedad.

El instituto de señoritas, junto a su labor esencial de formación de educadoras, ofreció cursos de Jardín de Infantes o Escuela de Párvulo, y de educación primaria que tenían como fin junto a al formación educativa de los niños, el coadyuvar a la formación de las maestras mediante las tareas de aplicaciones o practicas docentes, como eran usual en las Escuelas Normales de la época.

El Instituto se instalo en la calle de la Esperanza, esquina Duarte, donde también residía su familia, donde le nacieron sus hijos: Pedro, Maximiliano y Pedro Nicolás Federico. En 1894 nació su hija Camila.

Durante años los esposos Henríquez-Ureña desplegaron un gran esfuerzo por sostener el Instituto dentro de las condiciones que imperaba en el país, el Ayuntamiento de la ciudad, no contaba con los recursos financieros, para brindar el apoyo necesario, para el pago de los profesores y el pago del local y eran pocas las familias que podían abonar una mensualidad, por lo que algunas de las alumnas tuvieron que retirarse, permaneciendo en el Instituto doce niñas.

Acompañaron a Salome como docente en el Instituto de Señoritas: Federico Henríquez y Carvajal, José Dubeau, Emilio Prud´Homme, José Pantaleón Castillo, José Santiago de Castro, Cesar Nicolás Penson, Carlos Alberto Zafra, Francisco Henríquez y Carvajal y Valentina Díaz.

El Instituto de Señoritas, efectuó su primera graduación el 17 de abril de 1887, graduandos en ella: Mercedes Laura Aguiar (1871-1958), Leonor Maria Feltz (1870-1948), Luisa Ozema Pellerano (1870-1927), Ana Josefa Puello (1865-1953), Altagracia Henríquez Perdomo, y Catalina Pou.

La segunda promoción ocurrida en 1888, se graduaron: Eva Pellerano, Mercedes Echenique Peláez, Encarnación Suazo, Altagracia Peguero Acevedo, Carmen Julia Henríquez Perdomo y Altagracia Henríquez Bello.

El Instituto de Señoritas permaneció abierto hasta el año 1893, fecha en que por razones económicas y el grave estado de salud de Salome fue cerrado. Luego de haber fallecido su fundadora Salome Ureña, fue reabierto y dirigido por las hermanas Luisa Ozema Pellerano y Eva Pellerano de Castro, adoptando el nombre
de Instituto de Señoritas Salome Ureña, en el año 1897, en honor a su fundadora. Opero hasta el año 1936, graduando hasta esa fecha cerca de tres cientas maestras. En el año 1934, fue abierta una institución escolar de educación Media, el cual lleva el nombre de Instituto de Señoritas Salome Ureña.

Se destacan como educadora, además de Salome Ureña entre otras: Anacaona Moscoso Puello (1876-1907), Ercilia Pepín (1884-1939), Rosa Smester (1874-1945), Mercedes A. Pilier (1858-1966), Mercedes Amiama B. (1874-1964), Antera Mota (1871-1946), Mercedes Mota (1880-1964), Abigail Mejia(1895-1941).

4-17-3.Ercilia Pepín (1886-1939)

Nació en Santiago de los Caballeros. Su modesta situación y orfandad dificultaron su asistencia a los escasos centros de enseñanza de la época, lo que no impidió que se auto educara y fuese nombrada en 1901, con apenas 14 años, como Directora de la Escuela de Niñas de Nibaje.

Ercilia Pepín instituye el desayuno escolar, dota de laboratorio el plantel donde trabajaba, impone el uniforme para los escolares, a quienes exigía una veneración respetuosa cuando el Himno Nacional era interpretado. Desde el 1910 hasta 1920 lucho activamente en pro de los derechos de la mujer en relación con su capacidad natural para instruirse al igual que el hombre y ser apta para desempeño de funcionespúblicas de responsabilidad.



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